Rías Altas - Marisco y playa por doquier

Un nuevo puente largo y una nueva oportunidad para un viaje largo, en esta ocasión nuestro destino son las Rías Altas, que según nos han contado, son igual de bonitas que las Baixas o incluso más y además no están tan explotadas para el turismo.

Nuestra primera intención es hacer la tarde del viernes la máxima cantidad de kilómetros, ya que como pudimos comprobar en el puente del Pilar, el camino hasta Galicia se hace largo, muy largo. Así que salimos pronto de casa y nos montamos en la autocaravana que está situada justo de bajo de nuestra ventana del salón, no son más de las 17:00, al bajar la cuesta notamos un ruido raro, y al girar la calle un ruido exterior nos hace temer lo peor, bajamos las ventanillas y efectivamente, el ruido es de una rueda pinchada, avanzamos unos pocos metros más y encontramos un sitio para aparcar, y aquí empieza nuestra primera gran aventura del viaje. Llamamos a una grúa, avisando de que es un vehículo pesado y que nos manden una vehículo adecuado para ayudarnos a cambiar la rueda, cual es nuestra sorpresa cuando lo que viene es un simple coche de apoyo, que ni siquiera tiene un gato decente para poder elevar nuestra autocaravana. Para probar traigo mi coche, un Citroen C4 Gran Picasso y le damos un vistazo al gato que trae, el cual tampoco es adecuado para levantar un vehículo de más de 3.5 toneladas. Finalmente el mecánico tiene que avisar a un compañero, y este si que si, viene con un todo terreno pickup, el cual sitúa adecuadamente en medio de la acera y le mete por debajo las palas, y en menos que canta un gallo ya tiene el vehículo levantado sin mayor esfuerzo, y en otros cinco minutos, ya tenemos cambiada la rueda. Una vez agradecida la ayuda, especialmente al último mecánico, toca decidir que hacemos, son cerca de las 21:00 y todos estamos bastante cansados, además el salir sin rueda de repuesto es jugárnosla a tener un percance en el camino, pero la ilusión del viaje nos hace liarnos la manta a la cabeza e iniciar el viaje y llegar hasta donde podamos, y al menos así no tenemos que madrugar en exceso al día siguiente, al final llegamos hasta el pk 200 de la A6 en una estación de servicio al poco de pasar Tordesillas. Cena rápida y a la cama.

No madrugamos ya que estamos todos agotados y además tenemos un par de horas ya quitadas de encima, así que al levantarnos, desayunamos allí mismo y tranquilamente continuamos nuestro camino hacia Ortigueira, a mitad de camino tenemos que parar para comer y tras el descanso, iniciamos otra vez el viaje, llegamos a media tarde a Oritgueira, dejamos el vehículo algo lejos de la muchedumbre, y como estamos en época de exámenes, no nos da tiempo más que a estudiar y algo de tareas, cena y a la cama.

Pasamos una noche tranquila y sin prisas nos levantamos y tras el desayuno nos vamos al encuentro de Elena una compañera de María José, hemos quedado en la Alameda donde se celebra la fiesta de la nécora. Una vez todos juntos y tras las presentaciones, nos ponemos a degustar un fabuloso plato de marisco, con mucha nécora y algo de pulpo, todo ello bañado con caldos de la tierra. Laura y Maria José lo están disfrutando de lo lindo, cosa que no pasa lo mismo con Arancha, que ni las nécoras ni el pulpo le hacen ninguna gracias, así que cuando yo termino de dar cuenta del pulpo, y visto que ella no ha comido nada, dejo a la otra hija y a la madre que requetechupeen el plato lleno de patitas y cascaras de nécora, y me voy con Arancha a la autocaravana a coger algo de comer, aunque lo único que tenemos son unos doowaps, pero que al tener chocoltate, la niña los agradece enormemente.

Cuando regresamos a la autocaravana, ya está todo el mundo finalizando de comer, así que decidimos ir a dar una vuelta por alguna playa próxima, y dado que Elena es como si fuera de la tierra, nos lleva a una playa preciosa entre unos pinares, pero de difícil acceso si no se conoce donde se va. Un paseo por la playa y rienda suelta a los niños para que jueguen. Ya se está haciendo tarde, así que decidimos irnos. No tenemos claro cual va a ser nuestro lugar de pernocta, así que nos dejamos convencer por Elena para ir a su casa, en Crouzeiro y cenar con ellos, después podemos quedarnos a dormir en la puerta de su casa, así que dicho y hecho, ponemos rumbo a Crouzeiro, ya es de noche, y según nos vamos adentrando por las montañas, el camino se va haciendo más y más angosto, si hubiésemos ido solos, hace rato que habríamos dado media vuelta, ya que la carretera no presagiaba nada bueno. Finalmente llegamos a una pequeña aldea de no más de 6 u 8 casa, donde Elena, gracias al esfuerzo de ella y su marido, habían reconstruido una destartalada vivienda y la habían convertido en una agradable vivienda. Una cena por todo lo alto, donde no falta algo de marisco típico de la zona, tras la cena mientras los adultos nos entretenemos con charlas várias, las niñas se dejan sorprender por el hijo de Elena que hace de anfitrión mostrando todas sus pertenencias ya bien entrada la noche nos despedimos de nuestros anfitriones y nos vamos a la cama de nuestra autocaravana, por la mañana queremos madrugar y poner rumbo a Burela.

Noche fresca pero muy agradable, donde no se oye más que a la naturaleza, nos levantamos temprano, todo lo temprano que nos permite la cena de la noche anterior y ponemos rumbo a nuestro siguiente destino: Burela, donde nuestra primera misión es ir en busca de un taller donde nos arreglen la rueda de repuesto, dado que hasta ahora, siendo los días festivos, todavía no la hemos arreglado, y no es nada conveniente ir sin ella. Pero primero pasamos por el faro de Estaca de Bares, punto más al norte de la península ibérica y que cuenta con unas vistas impresionantes de toda la costa. Tras esta visita fugaz, ya tenemos un taller localizado en Burela, así que directamente nos vamos hasta el mismo, y muy amablemente nos deja la rueda como nueva, así que ya podemos continuar con nuestras vacaciones normalmente. Además de taller, Burela cuenta con otros alicientes para nosotros que nos ha decantado por esta población: el disponer de un área de autocaravanas y la posibilidad de visitar un barco Bonitero. Así que lo primero que hacemos nada más salir del taller es ir a dejar la autocaravana en el área para después ir a dar una vuelta por el puerto donde descubrimos a los grandes barcos boniteros y hacemos la visita guiada a uno de ellos, donde nos explican las diferencias entre el bonito y el atún y las diferentes artes de pesca que se utilizan en la zona. tras la visita regresamos al área, es hora de comer y no nos apetece nada cocinar, así que decidimos salir a comer fuera, ahora toca decidir donde. Junto a nosotros hay otro autocaravanista, con matrícula española, que está haciendo alguna que otra reparación y limpieza, así que entablamos conversación con él y resulta que es del mismo Burela, y que allí es donde aparca de continuo su autocaravana cuando no está de viaje. Le contamos nuestra indecisión de donde comer y amablemente se ofrece a acompañarnos a un bonito restaurante, muy próximo al área en el que nos presenta al maitre haciendo hincapié en que somos autocaravanistas, después nos explica que hay cierta reticencia al área, ya que la hostelería piensa que no nos dejamos ni un duro, cosa que no es cierto. Tras una comida exquisita y copiosa, una nueva vuelta por el puerto y regresamos a la ac para realizar tareas, cena y a la cama.

Después de un merecido descanso, llega la hora de cambiar de sitio, así que nos vamos a nuestra última parada, la conocida playa de las Catedrales, y una vez allí descubres la razón de ser tan conocidas: unos impresionantes acantilados, con piedras socavadas por la fuerza de las olas, conforman un paisaje idílico que te parece encontrarte en medio de una inmensa catedral. Dado que el espectáculo hay que verlo tanto en marea baja como en alta, pasamos aquí el día tranquilamente jugando y descansando tranquilamente, el sitio lo merece. Una vez empieza a oscurecer, regresamos a la ac, deberes, cena y a la cama, a la mañana siguiente nos queda un duro trayecto de vuelta.

Noche tranquila, sin prisa nos levantamos e iniciamos el camino de regreso a Madrid, y damos por concluida esta nueva aventura que nos ha llevado a las rías Altas, mucho menos explotadas turísticamente que las rías Bajas, pero que no tienen nada que envidiarlas.




Resumen:
Fechas: del vie. 3.Dic al mie. 8.Dic 2010
Zonas visitadas: Ortigueira, Crouzeiro (o Couzadoiro), playa X, Faro de Estaca de Bares, Burela y praia de las Catedrales.
Noches: 5
Pernoctas: A6 ES pk 200 aprox, Porto de Ortigueira, Crouzeiro (o Couzadoiro) -puerta casa Helena(compi MJ), area ac Burela, praia
de las de las Catedrales
Km(ida y vuelta): 1.300 km