La Manga - crisis windsurfista de lebeche

Nueva posibilidad de navegar en La Manga para el Puente del 1 y 2 de Mayo, así que empezamos los preparativos para irnos a pasar el mayor puente del año, 5 días con una previsión estupenda de lebeche y con Murcia como único destino de buen tiempo de la península. El viernes cuando vuelvo del trabajo y empiezo a organizar todo el equipaje, una ataque de migraña, que me había comenzado esa misma mañana, hace que me piense dos veces lo de salir este mismo viernes, y finalmente, la cordura hace acto de presencia y decido menterme en la cama, son las 18:00 horas, y la cabeza me va a estallar, no razono coherentemente y hablo con dificultad.



Tras 12 horas durmiendo, el sábado a las 06:00 estoy ya en condiciones de partir. Y tras 3 horas de montar equipo y bajar equipaje partimos hacia La Manga. Hacía tiempo que no salíamos de viaje de día, y se me hace un poco largo de más, nos pasamos toda la mañana de viaje. Llegamos al Mar Menor y nos vamos directos a Playa Honda, hemos quedado con Lucas y Marcos que están en el camping, pero nosotros preferimos la libertad de dormir donde nos plazca. Ya hay viento, y mucho, pero como buen Lebeche en Playa Honda es terral, está lloviendo y hace frío, así que después de meditarlo mucho, decido que Marcos se vaya a navegar desde el camping y nosotros nos quedamos con Lucas y las niñas, pero como no hay nada que hacer, recogemos los platos de la comida y nos vamos a la zona del Cavanna a ver que tal está, y nos acomodamos en nuestro rinconcito. En el Cavanna la situación está completamente desatada, tras un largo meditar decido bajar los trastos a ver si me meto, pero un asiduo del lugar me lo quita de la cabeza, con menos de 4m2 es tontería meterse al agua, así que dejamos que escampe un poco, vuelvo a subir todos los trastos a la AC y nos vamos de paseo por La Manga. Nos llama Marcos que está en Playa Honda, y quedamos con él para que se venga a La Manga y cenar en el Rembrant, nuestra pizzería manguera. Nuestra primera noche la pasaremos en nuestro rincón del Cavanna.

El domingo amanece también algo nublado y frío, con el lebeche fuertemente asentado, quedamos con Marcos para navegar en el Cavanna y así los niños se pueden meter al agua, por no ser terral. Monto en primer lugar 5.4, con gran impaciencia, tanta que me despisto de las llaves de la AC, un sudor frío recorre mi nuca, no las encuentro por ningún lado, MJ está de paseo, pero dudo mucho que se las haya llevado, el corazón se me acelera,... y mientras Marcos me anima a entrar a navegar: "el viento va a durar solo un rato, y las llaves tienes hasta el miércoles para encontrarlas". Finalmente doy un vistazo al asiento del piloto y allí estan, uff el susto de la jornada. Hay muchas subidas y bajadas de viento, no tiene la misma pinta que el día anterior, y no planeo todo el tiempo, así que después de comer decido montar 6.5, mientras los locales que van llegando montan directamente 4.5, aunque a veces no está ni para 8 metros. Sabia decisió la mía, realizando cambios de vez en cuando, consigo estar navegando todo el día y lo aprovecho estupendamente. Al recoger a última hora de la tarde, la lluvia hace acto de presencia amenizando mi recogida, y la de Marcos, que por un golpe de viento, su Joker sale volando del capó y acaba con la punta en el asfalto, haciendole un bonito agujero. Hay que tener mucho cuidado con esta esquina, ya que los remolinos que se montan son altamente peligrosos, por lo que es preferible desmontar todo en la arena (a nuestro amigo Lucki, la semana anterior un golpe de viento le arreó con toda la botavara en la cabeza, y si no llega a llevar casco, lo mismo tienen un disgusto). Tras recoger todo el equipo, paseo y una una merecida cena a base de Durum Turco: ¡¡¡ enorme !!!!. Volvemos a pasar la noche en el rincón del Cavanna.

El lunes hemos quedado con Marcos en el camping, y naveguar allí por la mañana, así que nada más levantarnos nos vamos a Playa Honda, donde ya desayunamos. Nos vamos a la playa del camping y los niños empiezan su primera sesión de windsurf, el viento al principio no es muy fuerte, pero al rato empieza a subir, y cada vez se meten más para adentro, finalmente me pongo el traje y me voy a su encuentro, cuando llego Lucas ya no hace pié y Arancha a duras penas, es el problema de este sitio, en el momento que hay un poco de viento, o sabes ceñir (Laura es la única que sabe hacerlo) o acabas en mitad del Mar Menor. Marcos se va a comer mientras Laura y yo seguimos practicando viradas y trasluchadas. A las 14:00 le dejamos la tabla en la caseta de alquiler y nos vamos también a comer, el viento cada vez sube más. A las 15:00 Marcos y Lucas están en Playa Honda, y Marcos se va a navegar, dejando a Lucas con las niñas. Yo me lo pienso, me lo vuelvo a pensar, y me lo repienso nuevamente, no me apetece nada meterme allí, el viento es muy racheado y el ambiente muy frío. Tras la siesta de MJ, decido definitivamente no meterme, así que nos vamos a dar una vuelta por Playa Honda (MJ se ha pasado la mañana paseando y ha llegado a la Gola del Marchante y hasta Cabo de Palos, ha venido encantada). Tras nuestra vuelta y pasar la tarde de parque en parque volvemos a dejar a Lucas en el camping y regresamos al rincón del Cavanna, donde pasaremos nuestra tercera noche. En el camping me cuenta Lucki y Marisa que vienen del Cavanna, que ha sido estupendo y que se ha navegado de maravilla, si llego a saber que había alguien del RP por allí, lo mismo si me hubiese animado a ir (crisis windsurfistica de los 44).

Martes, es nuestro cuarto día de excursión y temo que el WC no aguante mucho más, así que decidimos este último día pasarlo en el camping y así poder llenar y vaciar depósitos tranquilamente antes de salir de regreso. Por la mañana las niñas se lo pasan en la piscina del camping con Lucas, mientras yo me dedico a hacer algunos apaños y limpiezas en la AC, y a comentar las sesiones con todo RPtaniano con el que nos cruzamos, y que no son pocos, esto está lleno de "tapadillos" que se han venido al olor de un buen lebeche. Tras la comida, nos vamos al Cavanna, a que naveguen los niños y si por casualidad sube algo el viento (cosa que no es segura) poder navegar nosotros también. Finalmente no sube para nosotros, pero los niños se pegan una buena paliza, al igual que Marcos, que se mete con ellos con la tabla y un remo para irles diriguiendo, nuevamente Laura demuestra la importancia de la ceñida y es la única que consigue hacer regresar la tabla al punto de origen. Al finalizar la tarde, regreso al camping y ducha de toda la familia,.. con el agua escaldandonos la piel, pero que sienta de maravilla. Cena y visita al chiringuito de la playa para sesión de aventurillas con los colegas y a la cama, al día siguiente toca el regreso. Miércoles, tras desayunar, toca recoger todo, que no es mucho e ir a vaciar los depósitos y llenarlos. A las 12:00 ya estamos de regreso, con muchísimo tráfico para pasar Murcia, mas de 30 min de retención y parada a mitad de camino para comer. A las 19:00 ya estamos en casa. En definitiva, buen viaje por el mejor tiempo respecto al resto de la península y lo agradable que es siempre La Manga, aunque si le hubiese hechado un poco más de coraje hubiese podido navegar bastante más. .



Resumen:
Fechas: del sab. 28.Abril al mie. 2.Mayo 2012
Zonas visitadas: La Manga Mar Menor y Playa Honda
Noches: 4
Pernoctas: La Manga (rincón Cavanna)x3 y Camping Caravaning
Km(ida y vuelta): 950 km