Alto Campoo - Bajo cero y disfrutando

Una de las posibilidades que le veo a la autocaravana es poder ir a las estaciones de esquí, que aunque de momento no esquiamos, puede ser una buena opción para las salidas en pleno invierno con el fin de romper la rutina diaria. El sitio elegido es la estación de esquí de Alto Campoo ya que esta relativamente próxima a Madrid y dispone de área en el propio pueblo, lo cual me da mucha seguridad.



Salimos pronto de Madrid dirección A6, después descubrí que vía la A1 y desviándose por Burgos es la misma distancia y te evitas pagar la autopista.

Llegamos ya muy noche a nuestra primera parada y las niñas un tanto cansadas de tanto viaje, solamente motivadas ante la perspectiva de un día de nieve, el sitio elegido es el propio área de Aguilar de Campoo. Una pequeña vuelta por el pueblo con olor a galleta y de vuelta a la AC para cenar y levantarnos temprano para enfrentarnos por primera vez a la alta montaña.

La noche es tranquila y apacible y aunque hace frío, la calefacción cumple su función de maravilla y no pasamos nada de frío. Ponemos rumbo a la estación de esquí y llegamos temprano, por lo que tenemos bastante sitio para aparcar, buscamos un sitio a nuestro rollo, pero un gorrilla se nos acerca y nos indica que debemos ponernos en el lado de los autocares, sin tener inconveniente nos vamos para allá, ademas de uno o dos autocares lo que hay es media docena de autocaravanas, ¡que gusto verse acompañado!.

La estación es pequeña pero muy familiar, y las nieves caídas en los últimos días hacen el entorno la mar de agradable. Un paseo entre la nieve, una guerra de bolas y hasta una miniescalada, hacen que pasemos una mañana superentretenida. Visto lo espectacular del lugar, lo despejado que está la estación y el buen tiempo que hace propongo a las niñas alquilarles un equipo y contratar una sesión con un monitor, así que reservamos para el domingo, ya que para el sábado ya no hay disponibilidad. Después de comer otro paseo por la estación y toca decidir que hacer: volvernos al área de Aguilar o quedarnos a pernoctar en la estación, ya que al día siguiente las niñas tendrán su primera clase de esquí. La decisión es sencilla, vista la cantidad de AC's en el lugar, nos quedamos a pernoctar en el parking. A última hora de la tarde el tiempo se empieza a complicar y el frío hace acto de presencia, así que nos encerramos en la AC hasta el día siguiente.

Por la noche el tiempo se complica, una fuerte ventolera azota la autocaravana y se oye caer la nieve durante toda la noche, a parte de eso, la calefacción hace sus funciones a las mil maravillas y no pasamos nada de frío, incluso algo de calor. Cuando nos levantamos y abrimos la ventana nos encontramos con un paisaje "dantesco" para ser nuestra primera noche de alta montaña: todo el parking cubierto de nieve, al igual que todas las autocaravanas allí estacionadas. Como no hemos madrugado, el parking está ya medio lleno y parece que hay algún tipo de competición, ya que vemos a muchos esquiadores con dorsales. El tiempo no ha mejorado respecto a la noche, si no que al contrario, ha empeorado, el viento sopla todavía con mas virulencia y aunque no nieva, la visibilidad es escasa debida a una espesa niebla y hace un frío del carajo (los grajos no es que vuelen bajo, si no que andan por el asfalto). Cuando voy a asearme descubro uno de los grandes problemas de la montaña en autocaravana: la congelación de las tuberías, lo cual habrá que tener en cuenta para futuras excursiones, ya que impide asearse y lavar los cacharros.

Tras el desayuno toca tomar una decisión difícil, si seguir con el plan de dar clases de esquí, o por el contrario, anular el curso y salir de allí pitando. Una vez fuera de la AC la decisión la tomamos al segundo, no parecen las mejores condiciones para enfrentarse por primera vez a un deporte, así que con todo el dolor de nuestro corazón (y más el de las niñas), anulamos las clases y nos disponemos a regresar a Aguilar, con más miedo que vergüenza ya que es la primera vez que conduzco con algo de nieve y además un "monstruo". Dejamos pendiente para un futuro próximo lo de las clases de esquí. La AC arranca sin problemas y salimos de allí sin demasiadas dificultades, algún camarada autocaravanista no tiene tanta suerte y tiene que pedir pinzas para poder arrancar su autocaravana.

Una vez en Aguilar, una vuelta por el pueblo, disfrutando de su olor, y por la vereda del Pisuerga, que nos hizo poner de manifiesto nuestra ignorancia, al tener que preguntar a un par de lugareñas el nombre del río, y ellas muy indignadas nos contestaron: "pues el Pisuergua, cuál si no".

Después de comer, procedemos a vaciar los depósitos y comprobamos como un trozo de hielo con forma de embudo sale por el desagüe, eso era lo que obstruía la cañería, ¡espectacular!. No podemos llenar el depósito de agua ya que el borne no tiene agua. Posteriormente descubriremos que en invierno en Aguilar cortan el agua para evitar que las cañerías rompan, así que hay que buscar un cajetín con la llave de apertura del agua y darla, para luego volverla a cerrar dejando salir toda el agua sobrante de las tuberías, para evitar un reventón.


Se está haciendo tarde y es hora de regresar al hogar, contentos de haber enfrentado con éxito a una nueva aventura, y esta vez, ¡¡¡ de armas tomar !!!


Resumen:
Fechas: del vie. 12.Marzo al dom. 14.Marzo 2010
Zonas visitadas: Aguilar de Campoo y estación esquí Alto Campoo
Noches: 2
Pernoctas: Ärea Aguilar de Campoo y parking estación esquí Alto Campoo
Km(ida y vuelta): 840 km