Aranda de Duero - Pánico en la bodega

Una nueva oportunidad para viajar en autocaravana en esta ocasión en una nueva escapada enológica solos María José, Pilar y yo para hacer uso de una caja de experiencias que le regalaron a Pilar casi hace un año que está a punto de caducar y teníamos pendiente desde el año pasado.

Salgo de casa yo solo a las 17:30 después de preparar todo en casa: recogida de lavavajillas, hacer comidas para las niñas para el fin de semana, preparar la bolsa y pitando a recoger a María José, que está de comida con sus compañeros, y a Pilar, con las que he quedado en la gasolinera del barrio de esta última. Llega primero Pilar que se queja del calor y la mando a su casa a cogerse unos pantalones cortos, y un poco más tarde hace acto de presencia María José, total que hasta las 18:30 no iniciamos el viaje. Pasamos sin problemas el Race, pero al llegar al Molar un atasco infernal, desvían a los coches por la antigua N-1, en principio pensamos que es por obras, pero resulta que ademas de la obra ha habido un accidente, y al final nos supone un retraso de 30 minutos. Por lo demás el viaje lo hacemos sin problemas, la idea es ir a un área a unos 55 km de Aranda (40 km de la bodega), pero como ya es tarde decidimos pararnos en algún pueblo una vez cogida la CL619, el primero pueblo que pasamos es Villalba de Duero que vemos muy inclinado, el siguiente Ventosilla es muy pequeño así que arriesgamos y nos adentramos por la BU-1103 hacia Gumiel de Mercado, sin tener claro si realmente va a ser un buen lugar de pernocta, y en poco mas de 4 km ya estamos en el pueblo que vuelve a estar algo en alto pero localizamos una calle ancha y en plano para pernoctar. Vuelta por el pueblo hasta la plaza mayor con el ayuntamiento y la la iglesia pero la gente brilla por su ausencia. Regreso a la autocaravana y una larga espera antes de cenar mientras María José y Pilar revisan el álbum de fotos del 50 cumpleaños de María José y charlan sobre su viaje a marruecos. Al final empezamos a cena a las 23:00 algo de pate y pintxo vasco de krisia y a la cama.

Noche muy tranquila y con buena temperatura, ponemos el despertador a las 08:30 y a las 06;00 empezamos a oír las campanadas de las dos iglesias y el paso de algún que otro tractor iniciando el camino hacia la vendimia. Desayuno y a las 10:00 nos vamos para la bodega Pradorey, visita de 11:00 a 12:30 muy agradable, probamos un par de vinos: El Cuentista (blac de noir) y Adaro, el del abuelo. Tras la visita y la cata, y unas fotos en los viñedos vemos que es casi hora de comer, así que nos quedamos comiendo tranquilamente en el parking de la bodega. Tras la comida y mientras yo recojo todo, las chicas se echan la siesta, y yo también aprovecho para pasar algunos de los favoritos del gps a pdi's. A las 17:30 una vez levantadas las bellas durmientes, ponemos rumbo a Aranda, el área esta junto al antiguo área, un gran aparcamiento donde nos encontramos con 10-15 autocaravanas, algunas aparcadas en linea al fondo y otras (donde nos ponemos) en batería ocupando un par de plazas, allí se encuentran varios franceses y una gran grupeta de belgas, que por desgracia, hacen caso omiso al cartel de no acampar, y sin ningún pudor ponen calzos niveladores, patas de estabilidad y sacan mesas y sillas para montar un autentico campamento. Una vez instalados procedemos a dar un largo paseo por Aranda y aprovechamos para ir al lagar de Isilla donde después de reservar mesa para comer al día siguiente bajamos a ver la bodega subterránea disfrutando de la visita leyendo tranquilamente todos los carteles lo que hace que nos retrasemos mucho, por lo que al llegar al ultimo cartel al fondo de la cueva se apaga la luz y nos quedamos 100% a oscuras, Pilar se pone muy nerviosa, aunque gracias al móvil conseguimos salir sin problema, tras recriminar a un camarero seguimos la ruta por Aranda y al final paramos en la plaza a tomarnos unas cañas con torreznos (antojo de Pilar), de ahí a la autocaravana a preparar la cena groumet gentileza de Pilar y a dormir.

Noche muy tranquila y apacible, y no amanecemos hasta las 09:30, buena temperatura aunque María José no se aclara si tiene frío o calor. Tras el desayuno nos vestimos ya para ir a comer, pero antes un largo paseo a orillas del Duero, muy agradable pese a la cantidad de perros que nos acompañan, parce que hemos coincidido con una quedada perruna. Tras dos horas andando y ya con el calor haciendo de las suyas nos vamos para el lagar de Isilla donde a las 13:30 nos están esperando unos exquisitos boletus a la plancha, unos bombones de morcilla y como no, un exquisito lechazo, dejando hueco para el hojaldre de postre típico de Aranda, aunque yo me decanto por un simple yogurt natural con mermeladas, todo ello regado con un crianza del propio Lagar y agradecemos haber empezado tan pronto la comida ya que a última hora el salón está a rebosar de gente y con un barullo que hacen difícil una simple conversación. Tras la comida volvemos al área donde vaciamos aguas acompañados de millones de moscas, y a las 17:00 iniciamos el regreso, todo va bien hasta llegar al El Molar, donde nuevamente las obras en la A1 nos vuelven a retrasar mas de 30 minutos y hace el viaje de regreso algo pesado. Dejamos a Pilar en su casa y sin mas dilación ponemos rumbo a casa donde llegamos poco antes de las 20:00.

Damos por concluido una nueva aventura que como novedad dejamos a los dos niñas en casa a ver si son capaces de no liarla parda y podemos hacerlo más amenudo.

Resumen:
Fechas: del vie. 29 Sep al dom. 1 Oct 2017
Zonas visitadas: Gumiel de Mercado, Aranda de Duero, bodega Pradorey, el lagar de Isilla
Noches: 2
Pernoctas: c/ de la Cerca (Gumiel de Mercado) y área de Aranda de Duero
Km(ida y vuelta): 400 km